Un texto dramático no debería ser bueno por lo que se dice en él, sino por lo que esconde. Me interesa mucho más lo que no se ve, que lo que tengo delante de mis ojos. Cuando no quiero o me digo a mí mismo que no me apetece escribir sobre algo, sé que es justamente sobre eso sobre lo que tengo que escribir. Deberíamos ir al teatro creyendo que van a contarnos la historia de zutano o mengano, cuando en realidad, la historia que tendrían que contarnos es la nuestra, la de todos y cada uno de nosotros. El teatro debería interrogarnos, hacernos preguntas, cuestionarnos como padres, alumnos, hijos, amantes, ciudadanos… hacernos dudar de quienes pensamos que somos.
BEZERRA, P. (2014). "Riesgo, duda y teatro". En Creadores jóvenes en el ámbito teatral (20-13=33), José Romera Castillo (ed.), 30. Madrid: Visor Libros.
Escena de As do peixe de Cándido Pazó